Que cada uno tiene su mundo y su submundo en su cabeza. Yo os cuento el mío. ¡Viva la libertad de expresión!
viernes, 4 de noviembre de 2011
Igualdad, no gracias.
Yo también respiro como cualquier ser humano, desayuno, almuerzo y ceno como los demás, me ducho todos los días como cualquier persona higiénica, odio madrugar como todo el mundo, bebo como cualquier adolescente, blasfemo a Dios como cualquier otro, adoro todas las redes sociales como los demás, me gusta comprar ropa como el resto de jóvenes, me encanta salir con mis amigos y divertirme como todo el mundo, pero jamás te van a querer como te quise yo. Eso es lo que me diferencia de cualquier ser. Tenlo en cuenta.
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